Con la finalidad de persuadir a los consumidores para que adquieran productos y servicios, las marcas recurren a la utilización de frases que al principio pueden parecer llamativas pero que a la larga generan desconfianza. A continuación quiero explicar tres frases y argumentar su mal uso.
Totalmente gratis.
La palabra gratis tiene como significado que es libre de cobro, no genera gasto o que no hay un precio establecido, por lo tanto, utilizar totalmente gratis es incorrecto. Totalmente significa por completo, no a medias o similar. Si se ofrece algo de manera gratuita, basta con indicar que es gratis. No existe tal cosa como parcialmente o totalmente gratis.
Bueno, bonito y barato (3B)
Decir que algo pueda tener estas tres características es una falacia. Si algo es bueno, puede que no sea barato, si es bonito puede ser caro, si es barato, podrá ser bonito en apariencia, pero quizá no sea bueno. La expresión anterior se lee o escucha muy bien a tal punto que muchas personas consideran que es posible, pero no existe un producto o servicio que cumpla con estas condiciones. Como ejemplo puedo mencionar los zapatos deportivos de cualquier marca reconocida, estos son bonitos, son buenos, pero es difícil conseguirlos a un precio bajo.
Todo a mitad de precio (*aplican restricciones)
Si se tiene algún producto a un precio reducido es preciso delimitar cuáles son esos productos, no hacerlo tendría consecuencias graves, provocando que los clientes dejen de confiar en la marca y por ende ya no adquirir los productos o servicios. Si se aplica alguna oferta de este tipo lo mejor es indicar qué productos son los que abarca la promoción, con algunos-varios productos a mitad de precio Generalizar en las promociones es el beso de la muerte para las marcas, es difícil que un negocio pueda tener todos sus productos a mitad de precio, a menos que se trate de una liquidación por cierre, por lo que *aplica restricciones no es una opción.
Estas son algunas de las frases más utilizadas, las cuales deben evitarse para no confundir a los clientes, generar descontento y perderlos. Ante todo se debe ser transparente y utilizar expresiones que llamen la atención de las personas y les motive a entrar a la tienda o solicitar una cotización. Ofrecer algo que no puede cumplirse es vender humo.