Medir puede convertirse en una tarea muy compleja e ineficiente si no se establecen prioridades, si bien en digital todo es medible, no significa que se deba medir todo, esto por el simple hecho que no todos los datos son relevantes para los objetivos de una marca.
Para entender mejor este concepto, veámoslo de esta manera… En temas de dinero, en algunos casos los billetes tienen un mismo tamaño por lo que su valor no está determinado por esto, sino por lo que representa cada uno. Mientras mayor es su valor, más artículos se podrán adquirir debido a su capacidad de intercambio. Un billete de mucho valor puede equivaler al valor de dos, tres o hasta diez billetes de menor denominación.
Imagínate que únicamente midamos las acciones de nuestra estrategia en función del tamaño, esto significa que mientras más datos se tengan, se asume que la medición es mejor. Un reporte representado así será como un mar de datos pero con un centímetro de profundidad.
Es evidente que hay datos que a simple vista parece que significan lo mismo, debido a que no se establecen valores para estos y además porque un dato requiere un contexto y situación para convertirse en una métrica.
La importancia de establecer prioridades en la medición hace que la tarea sea más efectiva ya que habrán menos datos que analizar, optimizando así el tiempo, que a su vez permitirá aumentar la frecuencia de la medición. En el ejemplo de los billetes, un banco central determina la denominación y diferentes variables del mercado su valor. En el caso de tu estrategia, tú estableces de acuerdo a tus objetivos, la denominación, es decir el valor individual de cada métrica. Para esto te recomiendo dividirlas en métricas de primer y segundo grado para dar lugar a un ejercicio comparativo. A continuación amplío lo anterior.
Métricas de primer grado: Dentro de una billetera habrán billetes que tengan mayor valor que otros, por lo que esto los convierte en los más importantes. Las métricas de primer grado son aquellas que requieren un análisis diario porque representan indicadores muy importantes para el negocio, por ello su alta frecuencia.
Métricas de segundo grado: Después de los billetes de mayor denominación, están los que tienen un valor menor aunque no por mucho. En esta categoría se encuentran la métricas que requieren una revisión por un periodo de tiempo más prolongado que las métricas de primer grado, por lo que no resulta viable medir con alta frecuencia, realizándose con un plazo de una semana, quince días o un mes, según sea el caso.
Ejercicio comparativo: A través de este es posible conocer una tendencia que marcará la ruta para los próximos meses. Podemos hacerlo de forma semanal, mensual, bimestral, trimestral o anual y definir qué esperamos para un tiempo determinado.