Dando clases a personas cargadas
Como docentes nos enfrentamos a retos y desafíos, teniendo dificultades que debemos superar. Al llegar al salón de clases debemos esforzarnos por intentar dejar por un lado aquellas situaciones que nos afectan en aspectos emocionales, es conveniente presentarse con un buen semblante ante los estudiantes.
Por otro lado no sólo los docentes se cargan y padecen ansiedad o estrés. Los estudiantes por diversas situaciones pueden verse afectados de alguna manera y esto puede evidenciarse en su rendimiento. Podrán tener la intención de aprender, pero la carga que pueda ser ocasionada por distintos motivos hará que sean menos receptivos. Más que limitarse a sus funciones, el docente debe mostrar empatía y flexibilidad. De estos y otros puntos, quiero hablarte en este artículo.
No limites tu relación profesor-alumno y viceversa, si notas algo extraño en el comportamiento de tus alumnos, muéstrales que pueden expresarse y hacerte saber los motivos por los que su rendimiento o atención a la clase no es el que debería, no conocemos qué ocurrió antes de que entrara al salón y podría resultar de ayuda escucharlo y darle algunas palabras para motivarlo o bien ayudarle a resolver aquella situación que no le permite concentrarse.
Después de escucharle, puedes considerar los factores que expone para mostrar tu apoyo, puede darse el caso de que su preocupación sea por la pérdida de un familiar o un despido, a lo que puedes respaldarle con palabras de aliento y tomando acciones como, postergar la entrega de una tarea considerando su estado emocional, quizá necesite algunos días para sentirse mejor para mostrar el desempeño acostumbrado.
También existen situaciones en las que debes intervenir para evitar que se salgan de control. Por ejemplo: En el caso de alumnos que muestren desinterés, ya sea porque llegan tarde, o no cumplen con entrega de tareas, cualquiera podría pensar que los afectados son ellos, en efecto así es. Pero está en ti indagar los motivos que hacen que ciertos alumnos estén despreocupados de sus compromisos académicos. Aún mostrando apertura, recuerda que no siempre debes ser flexible, en ocasiones deben tomarse cartas en el asunto, como responsable de tu clase debes fijar ciertas normas a las que todos deben regirse.
Con lo anterior expuesto debe haber un balance, es importante tener comunicación con tus alumnos y hacerles ver que pueden contarte situaciones que los aquejan, sin embargo debe existir un límite en donde ya no es viable intervenir, o con respecto a las reglas, estas deben acatarse, pero no deben ser del todo cerradas, para esto es necesario saber escuchar.
No limites tu labor a sólo enseñar, recibir tareas y calificar. Tus alumnos necesitan más de ti y de diferentes formas podrás ser parte de su formación, a veces muchos de ellos se cierran con sus conflictos o simplemente no tienen a quién recurrir, es aquí donde tu puedes mostrarte más que profesor, como un amigo.