¿Cómo enfrentar las dificultades de la vida?
En el kilómetro 66 y medio del municipio de Cuilapa, cabecera del departamento de Santa Rosa en Guatemala, se encuentra el Puente de los Esclavos. Construido en 1592. Mide 75 metros de largo por 2 de ancho y cuenta con 11 arcos que le sirven de sostén.
Este puente ha resistido numerosos desastres naturales, como el huracán Mitch en 1998, y más de 6 terremotos. Es considerado Patrimonio Cultural de Guatemala, no solo por su valor histórico sino por su peculiar diseño español, siendo calificado como una gran obra colonial, pues en su época fue el más largo de Centroamérica.
Llama la atención que durante el invierno, muchos puentes de la red vial del país son derribados por las fuertes corrientes de agua, sin embargo, el Puente de los Esclavos ha sobrellevado alrededor de 427 inviernos en donde las correntadas de agua pasan en medio de sus arcos sin siquiera moverlo.
De acuerdo con varios ingenieros, la resistencia del Puente de los Esclavos está en sus cimientos, un artículo de Prensa Libre dice lo siguiente: Los secretos de su resistencia es que antiguamente los puentes eran edificados de un solo cuerpo, mientras que en la actualidad se emplean separadamente vigas, apoyos y losa. Antes toda la estructura era levantada a base de piedras hasta formar un solo bloque.
Así como el Puente de los Esclavos ha estado bajo amenaza durante los siglos y ha resistido, la Iglesia también, pero no solo amenazas de desastres naturales como tormentas, terremotos o pandemias. Sino guerras, violencia, inseguridad, abusos e injusticias. Ante esto surge la pregunta ¿Cómo el creyente de hoy puede enfrentar las dificultades de la vida?
El secreto de la resistencia del puente de los Esclavos está en sus cimientos de roca, la resistencia y perseverancia del cristiano es igual, en este artículo buscaré contestar a esta pregunta a través de dos puntos:
¿Cómo podemos enfrentar las dificultades de la vida?
- Confiando en la roca.
- Arraigándonos y construyendo sobre la roca.
1. Confiando en la roca
Se puede colocar la confianza en las noticias, en un gobernante, en un líder de la iglesia, en un jefe o el trabajo, en tu carrera o profesión, el dinero que puedes tener en el banco o en un negocio propio. Pero esa confianza no dura, porque nada, ni nadie pueda llenarnos por completo, lo anterior no quita la ansiedad ni produce paz.
- ¿En dónde depositas tu confianza?
- ¿En quién buscas tu paz?
Somos criaturas creadas para ser llenas únicamente por su Creador. Ninguna persona, posesión o situación puede darnos paz, sólo encontramos paz en Jesús. Él le dijo a sus discípulos en Juan 14:27 La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.
El puente de los Esclavos resiste a las amenazas debido a su sólido fundamento de roca. Los creyentes resistimos a las amenazas y dificultades de la vida debido a nuestro sólido fundamento que es Cristo, Él es nuestra roca eterna en la que somos fundados y edificados.
Cuando el pueblo de Israel atravesaba el desierto, tuvo sed y se quejaron contra Dios pidiendo agua. El Señor le dijo a Moisés que de una roca fluiría agua y así fue, en Éxodo 17:6 y Números 20:8-10 brotó dos veces agua de la roca, había tanta agua que sació la sed de todos y de sus ganados.
Estos eventos estaban apuntando a Jesús como la roca que sacia nuestra sed. El apóstol Pablo lo deja claro en su primera carta a los Corintios en el capítulo 10 y versos 3 y 4 Todos comieron el mismo alimento espiritual y todos bebieron la misma agua espiritual. Pues bebieron de la roca espiritual que viajaba con ellos, y esa roca era Cristo.
Moisés golpeó la roca para que brotara agua y así saciar la sed del pueblo. Cristo fue golpeado hasta la muerte para no sólo saciar nuestra sed física, sino para darnos agua de vida eterna. Jesús dijo en Juan 7:38 ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva”.
El problema más grande que un ser humano puede enfrentar es ser salvado del pecado, de la condenación eterna, del infierno, Dios lo ha hecho posible a través de Cristo ¿cómo no podrá solucionar todas las demás cosas?
Una de tantas canciones que han acompañado a los cristianos durante diferentes épocas es la peña de Horeb la cual hace referencia a la historia de Dios haciendo brotar agua de la roca en medio del desierto.
Cristo es la peña de Horeb que está brotando,
agua de vida saludable para ti.
Ven a tomarla que es dulce que la miel,
refresca el alma, refresca todo mi ser.
Cristo es la peña de Horeb que está brotando,
agua de vida saludable para ti.
Esta es una de las canciones favoritas de mi mamá, cuenta mi papá que siendo jóvenes cuando a ella le tocaba dirigir la alabanza en la iglesia casi siempre cantaba esta canción, entiendo muy bien por qué, porque es fácil de memorizar y cuando atravesamos problemas es sencillo cantarla para recordar el Evangelio a través de esta, que aunque las dificultades del día a día nos desanimen, nos dejen sin fuerzas y nos agoten, podemos ir a Cristo a ser renovados, a ser saciados en Él.
¿Cómo podemos enfrentar las dificultades de la vida?
2. Arraigándonos y construyendo sobre la roca
La vida es una montaña rusa de situaciones en donde todo puede cambiar de un día para otro, tornándose incierto y difícil de asimilar o controlar.
- Los precios cambian.
- La tecnología cambia.
- Los gustos cambian.
- Las personas cambian.
Todo está sujeto al cambio y con estos cambios, las dificultades aumentan, sin embargo Cristo no cambia, esto es evidente a través de Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos.
En un mundo tan volátil es importante no ir a la deriva, intentado resolver la vida por si solos sin lograrlo, sino arraigarnos y ser edificados en Él para no ser llevados por las corrientes de la vida. Si nuestra vida no está fundada en Jesús…
- Podemos ser víctimas de las malas noticias y vivir con miedo y ansiedad.
- Podemos ver los reportes médicos y temer por enfermar y morir.
- Podemos ver los problemas del mundo y vivir con desánimo y amargura.
- Podemos poner nuestra fe en la economía y vivir en incertidumbre.
El teólogo y comentarista Matew Henry dice: No podemos ser edificados en Cristo, o crecer en él, a menos que estemos primero arraigados en Él, o fundados sobre Él. Instalados en la fe, debemos abundar en ella y mejorar en ella cada vez más. Por otro lado, Efesios 2:8 expresa: Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.
Dios nos salvó a través de Cristo y el vehículo que usó fue la fe. Un vehículo que…
- No hicimos nada por ganarlo.
- No lo compramos por cuotas
- No ahorramos para dar un enganche.
- No lo pagamos al contado con nuestro esfuerzo
- La fe es un don, un regalo exclusivo que solo Dios nos pudo dar.
- La fe es el vehículo que nos trasladó de un lado a otro.
- De una ruta que nos dirigía a la perdición a una ruta que no llevó a la salvación.
- La fe es el vehículo que nos trasladó de un camino de muerte a un camino de vida.
- La fe es el vehículo conducido Dios que nos lleva por un trayecto seguro, a un lugar seguro, a un destino seguro.
El puente de los Esclavos ha resistido 6 terremotos los cuales mencionaré 3:
- El de 1773 el cual fue el motivo del traslado de la capital de Antigua Guatemala al Valle de la Ermita.
- El de 1913 que destruyó la cabecera municipal de Cuilapa.
- El de 1976 que dejó aproximadamente 23 mil fallecidos y hubo más de un millón de damnificados.
¿Cómo es posible que un puente soporte tanto daño y destrucción? Porque su fundamento es la roca. Una de las canciones que aprendí de pequeño fue levanta tu casa sobre la roca:
Levanta tu casa sobre la roca, levanta tu casa sobre la roca,
levanta tu casa sobre la roca y vencerás.
No habrá poder en este mundo que pueda resistir a su Palabra,
levanta tu casa sobre la roca y vencerás.
A simple vista parece una canción más para entretener a los niños pero la verdad es que encierra una gran referencia Bíblica. Apunta a uno de los sermones más famosos de Jesús, el sermón del monte que cubre 3 capítulos del libro de Mateo, abarcando del 5 al 7.
Mateo 7:24-27 Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo.
Tanto este pasaje como la canción infantil son una invitación a que actuemos con sabiduría siendo alimentados por la Palabra de Dios, pero no solo eso, confiando en esa Palabra, la misma que dio origen a todo.
Cuando recién me gradué del colegio fui contratado para trabajar en el equipo contable de un hotel, las oficinas del departamento estaban en el nivel 13. Desde la ventana se podía ver un rótulo al frente con un gran anuncio que decía que próximamente se construiría un edificio de apartamentos.
La construcción duró aproximadamente un año y recuerdo que el cavar el agujero y trazar los cimientos ocupó una gran parte del tiempo de la construcción. Esto debido a que el edificio debía esta bien cimentado para soportar el peso de decenas de apartamentos y cientos de inquilinos
Como discípulos de Jesús no sólo estamos llamados a confiar en Cristo como la roca a la cual acudir cuando tenemos sed, sino ser edificados en Él, para cuando vengan los problemas, que no sabes cuándo vendrán pero puedes estar seguro que vendrán, no serás destruido porque no vas por cuenta propia sino que estás unido a la roca de tu Salvación que es Jesús.
Es como aquella planta que crece sobre la roca ¿has intentando quitar una planta cuya raíz está unida a la roca? Es curioso cómo su raíz se inserta alrededor de la roca, esta no solo la sostiene sino la preserva. Jesús es la planta, la vid y también la roca, nosotros somos los pámpanos, los frutos de esa vida, Él no solo nos sostiene, también nos alimenta.
Pablo escribió estas palabras para animar a los creyentes en Colosas. Colosenses 2:6-7 Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente en Él y edifiquen toda la vida sobre Él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud.
¿Cómo podemos enfrentar las dificultades de la vida? Arraigándonos y construyendo nuestra vida sobre la roca que es Cristo. Él es la piedra principal de nuestra vida, una piedra que no se corroe, no se carcome, no se quiebra o se rompe. Es una roca sólida que no tiene dificultada para durar pues es eterna.
El salmo 118:22 dice: La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal. Jesús hace referencia a este verso en Mateo 21:42, Marcos 12:10-11 y Lucas 20:17, Pablo en Efesios 2:20 así como Pedro en Hechos 4:11 y 1ª de Pedro 2:7
Pero por qué este verso cobra tanta relevancia, porque lo más importante de una construcción es su piedra angular la cual da inicio al desarrollo de los cimientos de una construcción, todo lo creado visible e invisible todo surgió y fue creado por Cristo, la piedra angular . Aquel que fue golpeado para que tú no tuvieras más sed, aquel que fue rechazado, lastimado, escupido y pisoteado para darte una vida nueva con un destino eterno, en donde la enfermedad y la muerte no estarán, donde no habrá llanto y dolor, terremoto, inundación o pandemia.
Confía, arráigate y edifica tu vida en Cristo, la roca eterna, la peña de Horeb, la piedra angular.