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La mensajería instantánea ha cobrado mucha relevancia y evolucionado a gran velocidad. Desde que inició en 1985 con la llegada del SMS (short message service), hasta su despegue en la década de los noventa. Actualmente, es muy común decír: “Chateamos en el celular” o “te envío un mensajito”, es parte de nuestro léxico y rutina.

Diferentes compañías han desarrollado un sinnúmero de clientes, gratuitos y de pago, para compartir mensajes cortos, no sólo a través de caracteres alfanuméricos, sino también, insertando emoticonos que imitan expresiones faciales y dan un sentido lúdico a las conversaciones.

WhatsApp, BlackBerry Messenger, mejor conocido como BBM, Line y Viber, son algunas de las aplicaciones más utilizadas por los guatemaltecos. Éstas, convierten la acción de enviar un mensaje en toda una experiencia, ya que es posible compartir un estado, la ubicación actual, crear grupos, adjuntar imágenes, fotos, notas de audio o vídeos cortos.

Coordinar una reunión, enviar una felicitación de cumpleaños o avisar de un retraso por causa del tráfico, es muy sencillo, las Apps de mensajería instantánea nos permiten hacerlo en cuestión de segundos.

Comparto con ustedes una nota publicada en el diario Al Día, en donde tuve el gusto de opinar acerca del uso de las aplicaciones de mensajería instantánea como medios de chat. Agradezco a la periodista Mónica Pereira por el espacio.