No hay algoritmo que venza al contenido bien elaborado
Esforcémonos por hacer de la web algo sumamente relevante, tenemos a los algoritmos de nuestro lado.
Un algoritmo aplicado al marketing digital es un sistema o bien programa informático que busca seleccionar las publicaciones y/o contenido más relevante para los usuarios, ya sea en redes sociales virtuales o motores de búsqueda.
Para muchos profesionales del medio, los algoritmos son un dolor de cabeza y un tropiezo frecuente en sus estrategias digitales, sin embargo, esta forma de ver la situación es incorrecta pues ningún algoritmo busca afectar una estrategia, ya que gran parte de los ingresos publicitarios de las empresas que emplean algoritmos, provienen de las acciones que llevan a cabo en sus plataformas los profesionales del marketing digital.
¿Cómo sería el Marketing Digital sin la regulación según algoritmos?
¡Terrible! pues en el caso de Google sería dificultoso encontrar contenido útil, y quizá el único elemento de categorización de contenido sería la cronología, es decir que posiblemente mostraría las entradas más recientes, lo cual sería falaz pues lo reciente no necesariamente está vinculado a la calidad. Es fácil, un artículo reciente puede tener contenido de poco valor y por el contrario, un artículo con más tiempo colgado en la web puede que contenga información relevante según la búsqueda del usuario.
Según afirma Google, PageRank toma en cuenta más de 200 elementos para posicionar un resultado en los primeros lugares según la búsqueda de un término traducido a palabras clave. Lo anterior tiene mucho sentido debido a que cada día surgen nuevos sitios web, se registran dominios y se lanzan plataformas, algunas de ellas con información poco útil para el internauta.
Diariamente se registran un promedio de 150,000 nuevos dominios, una cantidad exorbitante desde cualquier óptica, por lo que se hace necesario un algoritmo potente y actualizado que permita regular el contenido subido a la web cada día. Punto a favor de los algoritmos.
Las redes sociales muestran un cuadro muy similar, por ejemplo, Facebook no es una red social enteramente cronológica como muchos argumentan, pensándolo con detenimiento, el usuario puede verificar que en su “Timeline” aparecen publicaciones de hace varias horas, incluso, de algunos días atrás, esto se debe a que la red social de los likes, premia a aquellas publicaciones que logran mayor interacción, brindándole Facebook, por medio de su algoritmo EdgeRank, mayor alcance y por ende visibilidad ante una audiencia vinculada.
Regulación = Calidad
Los límites no son dañinos, sino buscan proteger, lo mismo ocurre con el tema de la regulación web partiendo de un algoritmo, sin estos, sería sumamente aburrido navegar a través de internet pues nos constaría encontrar con facilidad la información requerida y en las redes sociales nos aparecerían publicaciones poco interesantes.
Twitter tiene claro el panorama, su algoritmo cada vez es más rígido con relación a los temas que se convierten en Trending Topic partiendo de una HashTag utilizada por un masa crítica interactiva, lo cual es favorable para el usuario que es consiente de que se busca contenido de calidad y no su contraparte.
Los algoritmos permiten separar el grano de la paja, lo excelente de lo bueno, lo brillante de lo excelente y lo fenomenal de lo brillante. De algo estoy convencido, la tarea cada día es más difícil, sería iluso afirmar lo contrario, sin embargo, creo firmemente en algo; no existe algoritmo que venza al contenido bien elaborado, pensado en el usuario, planificado para resolver una pregunta, una duda, un problema, etc. Esforcémonos por hacer de la web algo sumamente relevante, tenemos a los algoritmos de nuestro lado, un aliado estratégico dispuesto a colaborar.