Todos los días, sin excepción alguna, tenemos que relacionarnos con otras personas, desde que nos levantamos y salimos de casa, hasta que terminamos nuestra jornada. Desde el principio de nuestra historia hemos necesitado de los demás y definitivamente esto es algo que no va a cambiar pues vivimos en una sociedad.
Es un hecho que dos son mejor que uno, por eso el trabajo en equipo está presente tanto en la vida laboral como personal. Hoy quiero exponerte algunos consejos para promover el trabajo en equipo en el lugar donde laboras.
Implementa una comunicación efectiva.
Un hábito saludable que la empresa necesita es la comunicación, esta debe ser clara, coherente y tiene que darse en el momento oportuno. La comunicación es una pieza fundamental para formar relaciones productivas entre todos los miembros del equipo. Es importante para que un equipo de trabajo funcione de manera óptima inculcar el diálogo productivo entre todos sus miembros.
Una de las ventajas de incluir este valor en el equipo de trabajo es que los miembros tienen la libertad para expresar su opinión sobre alguna decisión próxima a tomarse; cada uno puede aportar ideas que impulsen la estrategia de negocio, mejorando así la calidad y velocidad del trabajo, y se fomente la confianza entre los integrantes del equipo al saber que su opinión es valiosa y tomada en cuenta.
Fomenta crecimiento individual y de equipo.
Lo más valioso de una empresa es su gente. Es indispensable establecer objetivos en común para lograr el buen desempeño de un equipo de trabajo y desarrollar sentido de pertenencia. Es un error pretender que una empresa crezca mientras sus colaboradores están estancados, implementar talleres y la capacitación constante ayudarán al equipo a crecer.
Ponte su camiseta.
No hay que olvidar que el personal está conformado por personas y como tal, cada uno tiene sus propios sueños y aspiraciones en la vida. Una pregunta que realizo a mi equipo es ¿cómo la empresa te ayuda a cumplir tus sueños? Asimismo, los colaboradores enfrentan problemas y desafíos personales de los cuales debes estar conciente.
Pregúntales cómo siguió el familiar enfermo, cómo van con sus estudios, qué tal su fin de semana. Apóyalos en la medida de lo posible, involúcrate, da la pauta y verás como el equipo se involucra en la empresa. Si deseas que el equipo se ponga la camiseta, ponte tú también la suya.
Usa la motivación.
La motivación va más allá de dar unas palmaditas en la espalda, es crucial acercarse con los integrantes del equipo para conocer mejor sus inquietudes, necesidades y opinión sobre el trabajo y el resto del equipo. Haz énfasis en que cada uno de los integrantes del equipo desarrolla un rol específico, el cual es importante para la empresa, que ninguno es más que otro.
Reconoce los méritos de todos los miembros del equipo y recalca los aspectos individuales y grupales que pueden mejorar. Motiva no sólo cuando todo esté bien sino también cuando los números no lucen tan bien, pues cuando los resultados no son los esperados, eso genera frustración y desánimo, es allí un tiempo ideal para resaltar las cualidad de cada uno, diciéndoles que son valiosos y que juntos saldrán adelante.
Por último, no olvides que un equipo no son cinco personas haciendo el trabajo de cinco. El trabajo en equipo se da cuando todos los integrantes unen su creatividad para conseguir un objetivo común, evalúan su desempeño, complementan sus habilidades con las de otros, a fin de superar las metas.