¿Importa lo que la gente piensa de mí? Parte 3
Finalicé el artículo anterior formulando una pregunta: ¿la opinión de los demás define quién soy? La opinión de los demás es importante, ahora ya lo sabes, pero no al grado de definir quién eres. Ten presente que existen límites que no se deben rebasar con tal de “ganar” estima. A continuación te presento algunas acciones nocivas que te aconsejo evitar.
Tratar de complacer a todos.
Nunca está de más ser cortés y realizar una buena acción por alguien sin esperar nada a cambio, efectuar buenas obras nos ayuda a crecer como personas (Hechos 20:35). Si bien es importante procurar que las demás personas tengan un buen concepto nuestro, toma en cuenta que es prácticamente imposible caerle bien a todas las personas y no existe ningún motivo razonable para intentar hacerlo pues sería una acción innecesaria y por demás desgastante.
Depender de la aprobación de otros.
Las buenas referencias no se ganan haciendo todo que las demás personas nos digan. Un ejemplo sería un joven que elige determinada carrera en la universidad solo para obtener la aprobación de sus padres o círculo de amigos o una novia que viste únicamente la ropa que su pareja le indica. Es dañino tomar decisiones estimando como argumento único la opinión de quienes te rodean, más aún cuando se trata de decisiones que te pueden afectar a largo plazo.
Lejos de ayudarte a generar buenas opiniones sobre tu persona, esto será perjudicial para tu reputación, pues te hará ver como alguien fácil de influenciar, manipulable, carente de decisión, codependiente o que no tiene bien definidas cuáles son sus metas en la vida. Ten claro que siempre somos influenciados por otros, pero no olvides mantener el equilibrio.
Cambiar hábitos forzosamente.
Algo muy saludable para la vida de una persona es practicar nuevos hábitos que te ayudan a crecer. El problema yace cuando decides cambiar hábitos solo para impresionar o ser aceptado en un grupo, intentando ser alguien que realmente no eres. Un ejemplo claro de esto sería aparentar ser un deportista con el único fin de conseguir una cita. Al hacer esto quizá consigas impresionar a alguien momentaneamente, pero tarde o temprano las cosas caen por su propio peso y la verdad saldrá a luz. Considera que al realizar estas prácticas, lejos de conseguir buena reputación, terminarás dañándola.
¿Importa lo que la gente piensa de ti? Sí, definitivamente es importante, pero no define tu identidad. La buena reputación se construye con base a quién eres realmente, practica buenos hábitos y evita las malas compañías para que las personas tengan buenas referencias de tu persona.
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