Las ideologías políticas tienen matices y la izquierda no es la excepción. Ni la UNE, ni Movimiento Semilla son comunistas.
La extrema izquierda, la roja, ya no convence al electorado por lo que son muy pocos partidos políticos en Latinoamérica los que usan los colores y símbolos. En Guatemala está la URNG, WINAQ y MLP. Sus nombres y símbolos nos dan luces. La izquierda ha cambiado el martillo y la hoz por tonos pastel, porque es una izquierda globalista, en Guatemala están los partidos Movimiento Semilla y VOS.
¿Qué pasa con la UNE, qué tipo de izquierda es? Sandra Torres afirmó recientemente que la ideología de la UNE es Guatemala y hay que entender el metamensaje. Ella pertenece a una izquierda que se podría denominar como “convenenciera”, es decir que, baila al son que le toquen.
La UNE ha mutado, surge de la ANN (Alianza Nueva Nación) y desde el inicio dejó a un lado a la extrema izquierda, ni su nombre ni su símbolo denota ninguna referencia. Después del gobierno de Álvaro Colom, Sandra Torres, dejó entrever lo que todos sabían, que ella controló siempre el partido, por lo que se alió con la derecha para co-gobernar desde el congreso.
Sandra Torres giró de la línea tipo Evo Morales, Rafael Correa y Lula Da Silva porque sabe que con ese discurso siempre será víctima del antivoto. En 2011, visité Managua y en las calles de la capital hubo algo que llamó particularmente mi atención. El gobierno de Daniel Ortega había lanzando la campaña: seguimos cambiando Nicaragua, Cristiana, Socialista y Solidaria. El candidato a vicepresidente de la UNE es un ex pastor, eso ya nos debe decir bastante.
No intento sugerir que la política de Torres será como la de Ortega/Murillo, de perpetuarse en el poder, pero sí en el enfoque para convencer al electorado. Un mensaje suavizado, lentes aesthetic, vistiendo principalmente de blanco, y por supuesto, la guinda del pastel, la palabra “cristiana”. No hay nada nuevo bajo el sol.
En tiempos electorales es importante recordar a la iglesia: “Venga del lado que venga, una fe politizada no es fe, es absurda, desastroza y catastrófica. …El alma evangélica no está en venta. Ya ha sido comprada por un precio infinito.” –Os Guinness.
Torres se presenta como una defensora de la familia, cuando ella se divorció por “amor a Guatemala”. Afirma que son un partido con conciencia social, cuando está claro que las bolsas solidarias son populismo electoral y lo anterior es un mal de izquierdas y derechas, basta ver a Neto Bran en Mixco o el ofrecimiento de Amilcar Rivera, de Victoria, de Q5,000 como bono de emprendimiento a la mujer. La UNE no es un partido comunista, es un grupúsculo convenenciero.
Por el otro lado está Semilla, Bernardo hace uso del apellido Arévalo para apalancarse del gobierno de su padre. En marketing esto se hace muy comúnmente, se llama mercadeo nostálgico, cito algunos ejemplos:
- El “nuevo” logo retro de Burger King.
- El lanzamiento de Mario RPG para Nintendo Switch.
- El regreso de los discos de vinil o los pantalones acampanados.
- Lanzar una nueva película de los Cazafantasmas, los Transformers, Gi Joe, los Caballeros del Zodiaco, Top Gun, Indiana Jones, el Rey León, etc.
La nostalgia vende y Semilla lo sabe, en su propaganda aparece en grande el apellido Arévalo y en pequeño se intercambia Bernardo o Presidente. No busco con este artículo descalificar la gestión gubernamental de Juan José Arévalo, ni siquiera me asomaré a sus luces y sombras. Un famoso adagio dice que los errores de los padres no son los de los hijos, pero también podría aplicar como, los logros de los padres, no son los de los hijos.
Semilla tiene buen marketing detrás, han sacado a la venta café, por las redes se ven pines y también adornos para el vehículo. Los millennials y centennials están ilusionados con la “plantita”, los boomers y generación X con la nostalgia del IGSS, las escuelas tipo federación y el código de trabajo.
Tener buen marketing no significa hacer un buen gobierno. Los jingles del Partido Patriota fueron muy pegajosos… “mano dura, cabeza y corazón”. Jimmy Morales y su slogan “ni corrupto, ni ladrón” convenció a la gente. Ambas administraciones están entre las peores de la región. Molina molió al pueblo, Morales lo superó con una clase política inmoral.
El marketing persuade pero no hace un buen producto, existen malos productos con excelente publicidad. Una buena campaña propagandística no garantiza un buen gobierno.
Semilla no es un partido comunista, es un partido progresista, con colores pastel y atuendos con pañuelos. Le dan un aire al partido Podemos de España y a Convergencia Social de Chile, con el que Gabriel Boric llegó al poder. Si Semilla gana las elecciones irá directo al MINEDUC, al entendido, entre líneas. No hay nada nuevo bajo el sol.
El progresismo no es exclusivo de izquierdas, es global. Roberto González “Canela” mostró destellos con “la movilidad rosa”, buses rosados conducidos por mujeres para mujeres, claro, nada nuevo, una “idea prestada” de Ciudad de México.
Muchos guatemaltecos se sienten entre la espada y la pared, y es comprensible, porque esta segunda vuelta electoral puede parecer un naufragio más que un sufragio.
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