Toda organización tiene un funcionamiento con base al desempeño y actividades que cada individuo realiza, de aquí parte la importancia de establecer las tareas de cada miembro de un equipo, para el cumplimiento de metas y un enfoque individual sobre lo que debe efectuar.
Considero que es importante que junto a esta definición se clarifiquen detalles sobre las responsabilidades delegadas a cada persona. Para esto quiero hacer mención de varios aspectos que contribuyen a una buena descripción de puesto.
Tarea: Este es el conjunto de pequeñas actividades individuales que una persona tiene a su cargo, por lo tanto debe desarrollar en una jornada, a través de lineamientos que se han fijado desde un principio para su correcta ejecución.
Atribución: Al referirme a este tema quiero hacer énfasis en el conjunto de tareas que una persona tiene a su cargo, a diferencia de las tareas, aquí se tiene un número de actividades que contribuyen a que la persona que ejecuta las acciones construya reportes, estrategia basado en su día a día, es decir hacer un análisis.
Cargo: Se refiere a las funciones con posición definida dentro de una estructura organizacional, es decir, ubicar un puesto de trabajo dentro del organigrama, esto implica tres aspectos: el nivel jerárquico, el área o departamento que está localizado y el superior jerárquico, tomando en cuenta si se trata de una organización con estructura tradicional.
Función: estas son las tareas o atribuciones, que el ocupante del cargo ejerce de forma sistemática y reiterada, o que una persona sin ocupar un cargo, desempeña de forma transitoria o definitiva. La base es la repetición de las tareas o atribuciones al ejecutarlas.
Todo esto tiene como objetivo principal limitar las acciones y establecer qué actividades corresponden a cada persona, cada quien debe saber cuáles son las tareas que le competen, las atribuciones que a su cargo conciernen y cuál es su función dentro de la organización.