Por ningún motivo se debe confundir el liderazgo uno a uno con la supervisión administrativa.
Existen diferentes tipos de liderazgo, cada uno con rasgos diferentes y distintas formas de influir, esta vez quiero compartir uno en particular. Se trata del liderazgo uno a uno, que requiere de un trabajo arduo y en el que se hace una inversión grande de un recurso con gran valor como lo es el tiempo. Una particularidad es que en lugar de estar frente a una mesa o una audiencia, se lidera de forma más cercana.
Va más allá de hacer una llamada telefónica de vez en cuando o delegar tareas a una persona en particular, supervisando su apropiada ejecución. Por ningún motivo se debe confundir el liderazgo uno a uno con la supervisión administrativa.
Liderazgo uno a uno en dos vías
Puede darse en dos vías, la primera es donde se encuentra el líder y el liderado, lo que busca el líder es incidir en diferentes áreas de la vida del liderado, de forma intermitente, potenciando habilidades y buscar una transformación en diferentes aspectos.
La segunda vía es de líder a líder, con base al expertise de cada uno. Un líder también necesita ser liderado, puesto que es un error creer que una persona es capaz de dominar todas las áreas y que puede avanzar a solas sin apoyo de nadie. Cabe resaltar que se puede ser liderado por varios líderes en el formato uno a uno, en donde se apoya a una misma persona en diferentes áreas.
Por ejemplo, Vinicio trabaja en un aseguradora de vehículos, Román, más que ser su jefe, ha fungido como un líder para él, incidiendo positivamente en su vida, ayudándole a desarrollar sus habilidades financieras y técnicas. Además, Vinicio pertenece a un grupo de voluntariado que atienden a personas de la tercera edad, en dicho grupo, es guiado por Matías quien le ha enseñado el valor y la satisfacción de la ayuda al prójimo. Vinicio considera tanto a Román como a Matías, líderes, ambos influyen su vida uno a uno.
Formas del liderazgo uno a uno
Otra de las características de esta forma de liderar es que puede ser presencial o a distancia. En la primera existe un acompañamiento físico, charlas, reuniones, etc, entre el líder y el liderado. A distancia, se tienen diferentes vías de comunicación, como llamadas en audio o vídeo, correos u otro medio que sea factible utilizar, quizá a menor escala pero puede resultar efectivo.
Una consideración que debe tomarse es que el liderazgo no es aprehensión. Todo lo contrario, el liderado es consciente que requiere de alguien que pueda apoyarle en ciertas áreas en donde muestra puntos de oportunidad que van más allá de tener relación a aspectos laborales y engloban situaciones de la vida en diversos sentidos.