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Quienes gustamos de navegar en internet e interactuar a través de las redes sociales, también necesitamos de un respiro de vez en cuando, ya que en medio de tanta información, puede que perdamos el sentido del por qué nos conectamos y  tornarlo rutinario o convertir esta práctica en una adicción.

Si bien, disfrutamos estar en línea, es imposible negar que a veces deseamos simplemente desconectarnos, es decir, dejar a un lado todo lo relacionado a la nube y enfocarnos en asuntos offline. Las motivaciones pueden ser varias, desde dedicar más tiempo a la familia y proyectos personales, hasta mantener una conversación con una persona sin tener que estar pendientes de las notificaciones.

“Desconectados de un mundo adictivo”, es el título de un reciente reportaje publicado en el diario Prensa Libre, en el que participé, junto a varios profesionales de diferentes disciplinas. Sin duda, un tema muy interesante, tomando en cuenta que descansar un poco de los medios sociales fortalece las relaciones interpersonales.