Publica sin errores
“Pablo acaba de escribir el nuevo artículo para su blog, al terminarlo lo leyó un par de veces para estar seguro que el mismo no contenga errores y esté listo para su publicación. Han pasado algunos minutos desde que Pablo publicó su artículo y ha encontrado un comentario que dice: “La nota está interesante pero tiene varias faltas de ortografía y teclazos”.
Al redactar es normal cometer errores, para evitar estos inconvenientes no basta una lectura rápida, a continuación te doy algunos consejos que puedes seguir:
Espera un momento: No es recomendable leer el borrador cuando lo acabas de escribir, esto debido a que tu mente creerá que estás leyendo lo que pensaste y no lo que realmente está escrito porque la idea aún está fresca en tu mente, esta es la razón por la que algunas veces se escribe una letra de más o no hay congruencia en una oración. Toma un receso o cambia de actividad y después léelo despacio. Lo mejor es que lo escribas varios días antes de su publicación.
Lee en voz alta: De la mano con lo anterior, este ejercicio te será de mucha utilidad para verificar errores semánticos y que cada oración tenga relación con la otra, y estén en el mismo tiempo gramatical. Leer en voz alta permite también verificar que no hayan “muletillas” que son frases que se repiten a lo largo del texto y suelen pasar desapercibidas por el escritor.
Ten un diccionario a la mano: Esta es una herramienta muy útil y no necesariamente para encontrar palabras que estén mal escritas. Al hacer la revisión con un diccionario físico o digital puedes resolver dudas respecto a palabras homónimas que se pronuncian igual pero su escritura es distinta o palabras homógrafas, que se pronuncian igual pero su significado es distinto.
Pide a alguien que lo lea: El trabajo en equipo es importante, pide a alguien de tu equipo de trabajo que lo lea y te diga cuál era el tema del artículo, qué recuerda de este y de lo que leyó qué le resultó más interesante. Como mencioné al principio, nuestra mente nos puede hacer una mala jugada, en cambio, si otra persona lo lee, puede detectar algún error que tú no hayas visto. El refrán sigue vigente: Dos mentes piensan mejor que una.
Es crucial que todos los textos que publiques pasen por una revisión para verificar que su contenido sea correcto, manteniendo el hilo conductor, libre de muletillas y errores (u horrores) ortográficos y esté planteado de una manera que resulte fácil de entender para los lectores.