El propósito principal de las empresas es expandirse y ocupar un porcentaje mayor de participación en el mercado y para lograrlo existen diferentes formas, la reputación y trayectoria son importantes, acompañadas de una acción esencial, la fidelización de los clientes. Esta semana hablaré sobre la importancia que tiene este procedimiento y cuál es el enfoque que debe dársele.
Es más barato mantener un cliente que captar uno nuevo.
La razón es sencilla, es más fácil conservar una relación con los clientes ya existentes y conseguir que la experiencia con los servicios o productos que la empresa ofrece siga vigente logrando en ellos un impacto positivo. Crear satisfacción en los consumidores provoca lealtad, las referencias del cliente son favorables para la marca y la recomendación con colegas, amigos o familiares es vital.
Cuando a un cliente se le atiende de forma rápida, se le dan alternativas y se solventan sus quejas o reclamos de una manera eficaz, es evidente que no buscará otra opción, puesto que se están administrando correctamente las expectativas, y más que eso es preciso superarlas, hacerle saber y sentir que es importante y lo seguirá siendo.
El Seguimiento y la reactivación.
¿A quién no le gusta sentirse importante? preocuparse por cada gestión pendiente, entrega, opinión sobre el servicio brindado, conocer cuál ha sido la experiencia que el cliente tiene con el uso de un producto, son detalles que garantizan la permanencia de los clientes dentro de la cartera. Otro aspecto relevante es mantener contacto con aquellos que últimamente han estado inactivos. Y por último, realizar acciones que permitan recobrar, si es posible, clientes que se han ido.
Las relaciones de largo plazo hablan bien de la marca.
Es importante fidelizar porque en un mundo de tanta competencia la reputación tiene un lugar protagónico. Si te enfocas en la fidelización de tus clientes tendrás un contundente argumento de venta, señalando que los clientes que integran la cartera tienen varios años o meses de trabajar contigo.
Proyecciones en diferentes plazos.
Con base a tu cartera de clientes puedes definir los plazos en los que se verán reflejadas las utilidades, pueden observarse de forma trimestral, semestral o anual, cautiva a tus clientes para conseguir las mejores utilidades, para lograrlo se involucran factores como atención, calidad y precio. Considerando todos estos factores verás que los resultados irán en ascenso.
Cotiza pensando en la fidelización
Si ofreces servicios no pienses en cerrar una venta solamente, propón más beneficios si opta por el largo plazo. Plantea un precio que represente una ventaja real, tanto para el cliente como para la empresa. Es importante pensar en el futuro y lo que puede representar el cierre de cada venta, desde un inicio debes pensar en la oportunidad que tienes para fidelizar.
Premia al fiel
Muchas veces hay beneficios adicionales para los prospectos con el fin de que se conviertan en clientes pero se descuida a quienes ya conforman la cartera. Un método de fidelización es ofrecer premios por haber estado algún tiempo con la empresa. Piensa en una bonificación de tus servicios a un cliente con quien has trabajado durante 100 días, 6 meses, un año, etc.
Resulta más barato para una marca mantener a sus clientes actuales que captar nuevos, para fidelizarlos es preciso darles un seguimiento adecuado, más que cumplir sus expectativas, superarlas. Desde un principio piensa en la oportunidad que tienes de fidelizar más que cerrar una venta. Los beneficios que tengas para tus clientes deben ser no sólo para los que llegan, sino también para quienes llevan tiempo trabajando contigo.