Todos en algún momento hemos recibido críticas o malos comentarios por alguna persona a la que no le agradamos, hasta cierto punto es algo normal, recuerda que no puedes complacer a todos. En cambio, una calumnia o difamación es algo mucho más serio, se da cuando una o varias personas buscan dañar tu imagen y es crucial actuar con rapidez ante los primeros indicios de que esto pueda suceder o esté sucediendo.

La RAE define calumnia como: Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño. También como una imputación de un delito hecha a sabiendas de su falsedad. Sigue leyendo para conocer algunos detalles de cómo debes actuar en caso de que seas víctima de esto.

Nadie es inmune.

Un error común es creer que este tipo de problemas ocurren únicamente a las personas malintencionadas y provocadoras, lo cual no es cierto, esto puede pasarle a cualquiera, por ejemplo, en el caso de que una o varias personas maliciosas inician un rumor falso en contra tuya con el fin de obtener un beneficio a cambio, y esto no será necesariamente consecuencia de algo que hiciste o dijiste. Habrán ocasiones en que algún troll quiera levantar calumnias por el simple hecho de perjudicarte (hay personas que solo quieren ver el mundo arder).

Un concepto equívoco es que tenemos una vida dentro de redes sociales y una fuera de ellas. Nunca debes tomar a la ligera cuando varias personas quieren difamarte en redes sociales, ya que esto seguramente podrá afectarte offline. Te pongo un ejemplo a continuación: ¿Qué pasaría si un grupo de personas hace constantes publicaciones acusándote de haber robado algo? Puedes argumentar que no es cierto y no tienes razón para preocuparte de ello, pero ¿Qué tal si tu jefe o tus compañeros de trabajo ven esas publicaciones? ¿Cómo sería la reacción de tu familia al enterarse? ¿Qué opinión tendrían los miembros de tu iglesia sobre ti? Aunque la acusación sea falsa esta alcanzará a muchas personas y si no haces nada ten la seguridad que afectará tu reputación.

Métodos de reacción antes una calumnia

Existen tres métodos con los cuales puedes reaccionar, el pasivo, el activo y el híbrido, a continuación detalle cada uno de estos:

Método pasivo

Se opta por seguir de cerca las conversaciones y comunicación provocada a causa del incidente, pero sin pronunciarse públicamente. Se juega un papel de actor pasivo que busca estar informado de cómo se desarrolla todo.

Método activo

Como su nombre lo indica, se elige participar de manera activa de las conversaciones generadas. Pronunciándose, aclarando a través de mensajes, publicaciones y comunicados.

Método híbrido

Se inicia como actor pasivo pero al analizar el caso se realiza un pronunciamiento medido, y en algunos casos único, con el fin de apagar el fuego o apaciguar las aguas.

Cada caso es individual

Es incorrecto asumir que se debe utilizar el mismo método en todos los casos, sabiendo que cada caso es individual, por lo tanto la forma en la que debe encararse debe ser acorde a esto. Recuerda que todas las publicaciones que se hagan en redes sociales pasan a ser de dominio público, pero eso no quiere decir que siempre debes pronunciarte, hay ocasiones en los que el método pasivo es lo mejor. Ahora, si consideras que debes intervenir con el fin de evitar que esa infamia siga creciendo sopesa entre el método activo e híbrido.

No todo es diálogo

Hay que ser conscientes de que en algunos casos es posible alcanzar acuerdos a través del diálogo, pero estos son la excepción, no la regla. La premisa inicial es que si alguien levanta una calumnia a tu persona es porque evidentemente tiene algo en contra tuya, es importante intentar dialogar, pero si este recurso no resulta útil, es necesario saber que puedes bloquear y/o denunciar a ese usuario malicioso.