Estoy seguro que en más de una ocasión has escuchado sobre el autoliderazgo, mucho se habla acerca que el líder motiva, inspira, instruye, influye, exhorta, etc. a una o varias personas que están a su cargo, pero en esta ocasión quiero hacerte una pregunta ¿quién es la primera persona a quien un líder debe dirigir?
El líder debe comenzar a liderarse a sí mismo, pues como se puede evidenciar en la segunda carta de Pablo a Timoteo, capítulo 1 y versículo 7 (NVI) dice: Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Un común denominador de los buenos líderes es que comienzan su liderazgo en ellos mismos antes de ejercerlo en otras personas.
La disciplina es clave
Este valor es básico en el liderazgo y va más allá de aplicar métodos de coerción, hablar fuerte o imponer tu voluntad sin escuchar a otros, la disciplina es poner en práctica determinadas acciones de manera ordenada para alcanzar un fin, pero antes de fomentar la disciplina en otros debes empezar siendo disciplinado.
La autodisciplina o disciplina personal es una serie de conductas o acciones que llevas a cabo de manera constante para alcanzar una meta u objetivo. Cuando una persona es disciplinada se ve reflejado en sus acciones y en el desempeño de su trabajo. No es algo que alcanzas de la noche a la mañana, se necesita dedicación y carácter para sustituir hábitos negativos por positivos.
Da el ejemplo
Como mencioné, una persona disciplinada se distingue entre las demás y es elemental para un líder sobresalir con sus actos más que con sus palabras. Pero ¿cuál es la razón por la que tiene que sobresalir? porque como dice el dicho, un gesto dice más que mil palabras. La mejor forma de enseñarle algo a alguien es a través del ejemplo, los buenos líderes saben que no pueden hablar de un valor que ellos no practican, no pueden dar una instrucción si ellos mismos no saben acatarlas.
Ejercer liderazgo no es sencillo, para ser un buen líder se necesita ser proactivo, fomentar la confianza entre los colaboradores, ser comunicativo con el equipo, entre varias virtudes. Es posible alcanzar un liderazgo efectivo en donde la comunicación sea siempre en doble vía y para lograrlo debes empezar liderándote a ti mismo, formando hábitos saludables que sean de beneficio para ti y transmitiéndolos a las personas que diriges.