Tenemos cicatrices porque nuestro cuerpo es propenso a lastimarse, pero no solo el cuerpo es proclive a las marcas también lo es el alma.
Se puede colocar la confianza en las noticias, en un gobernante, en un jefe o el trabajo, en tu carrera o profesión, el dinero que puedes tener en el banco o en un negocio propio. Pero esa confianza no dura, porque nada, ni nadie pueda llenarnos por completo, lo anterior no quita la ansiedad ni produce paz.
Deja un comentario